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10/10/2020 00:00
Siempre hay un hoy
Por Patricia Sopranzetti *
Los seres humanos vivimos creando permanentemente nuestra realidad de acuerdo a un sistema de creencias que aprendimos, heredamos o inventamos.
Creemos cosas de acuerdo a la época, la región, la educación, la edad.
Cuando comenzaron a hacerse viajes espaciales, puntualmente con la transmisión de la Apolo 11, mi suegro declaró: ¡joden, joden, se va a caer! Si, hablaba de la luna. Y no, usted podrá creer que era bruto, pero nada de eso, era un hombre brillante que creyó eso por un tiempo. Su suegra, con creencias y experiencias más antiguas aún, buscaba al titiritero detrás del aparato de tv. no podía creer lo que veía.
Cuánto tiempo se creyó que la tierra era plana, luego redonda (muchos siguen creyendo que es plana). Hoy muchos creen que un resfrío está diezmando a la humanidad, otros creen que es el miedo.
Y siempre se tendrá la razón, lo que creemos es nuestra realidad.
Si creemos intensamente que nos vamos a enfermar, nos enfermamos, si creemos que la luna se va a caer o el mundo se termina hoy nuestra emoción lo registra como un hecho y mandamos al archivo del inconsciente esa experiencia vivida .
Es que el cerebro humano no diferencia entre lo vivido, lo imaginado y lo pensado, todo impacta igual. Por eso aunque a doña María no le falta nada para vivir feliz y confortable, cierra las persianas antes de que caiga el sol y se guarda bajo 18 cerrojos convencida de que la van a robar y vive estresada y mal dormida. En su mente la roban todas las noches.
Pensando en este mecanismo tan democrático y abarcativo del cerebro humano me sonrío cuando escucho a algunas personas que aseguran no creer. ¿Cómo podrían no creer, si por lo pronto creen que no creen?
Y con todo respeto voy a hacer extensiva mi reflexión a quienes no creen en Dios. Si tomamos en cuenta que un Dios es un ente superior con influencia en nuestra vida, al que recurrimos con nuestro agradecimiento y nuestro pedido y del que esperamos apoyo- más o menos-, algunos lo llamarán Jesús, Jehová, Alá, Krishna, Buda, Zeus; otros Bolsa de Valores, holding empresario, etc. En fin, querido agnóstico, tú también crees.
Como dice el tango Mala Entraña ... vos, que sos más estirado que tejido de fiambrera, quiera Dios que no te cache la mala racha fulera, que si no, como un alambre, te voy a ver enrollar...ahí todos buscamos el milagro y un Dios en que creer.
Pero haga su propia experiencia, es lo más intenso.
Desde luego también en los dichos, las frases y la forma en que utilizamos las palabras la dirección técnica inconsciente la ejercen las creencias. Cuantas veces ante una circunstancia adversa para darnos o dar a alguien más esperanza decimos: vamos adelante que siempre habrá un mañana.
Pero ¿cuándo es mañana? Si hago base en el pasado, porque creo que lo importante es recordar, me anoto en la fila de los deprimidos. Si todo lo bueno va a pasar mañana, ulcero por ansiedad.
El juego es descubrir nuestras creencias limitantes y cambiarlas por otras.
Y ojo que si no se escribe un libreto que le guste y le haga bien, a conciencia, su mente lo escribe por usted con las creencias y programas inconscientes que tenemos cargados. Memorias dolorosas, pensamientos limitantes, miedos.
El placer, el amor, la felicidad no se experimentan ni ayer, ni mañana. Solo ocurren en el momento presente, solo se encuentran dentro nuestro y una vez que nos permitimos jugar amorosamente con ellos, hacernos amigos y recibirlos, todo afuera cambia para nosotros.
Un boomerang de amor nos pega en el pecho!!!
Solo en el presente, por eso, ¡Qué bueno que siempre haya un presente!
* Patricia Sopranzetti - Tejedora de Sueños nacida en Argentina
Credito pintura : Celia Marinho
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