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Cuentos
21/09/2021 00:00
Amazonia
Por Rainer Pimstein**
Un Chaman y otro indígena amigo, caminaban sigilosos entre las sombras de la selva, repentinamente escucharon un ruido de aletas, uno de ellos dijo: nunca he escuchado un pájaro que aleteara tan duro.
Este es un pájaro cuadrado, más o menos de 1,5 por 1,5 m, con ruedas de paletas en cada esquina. En el centro tiene una caja negra como esas que sacan fotos. Tengo curiosidad por saber: que hace un pájaro de estos por esta selva, preguntaba el amigo.
Chaman le contesto: no creo que sea nada bueno para nosotros. La última vez que voló por varios días uno de esos que llaman helicópteros, a los días, bombardearon la maloca donde murieron 9 mujeres y 7 niños, después, milagrosamente, descubrieron la mina de estaño, de donde sacaron mineral por 6 años y los montoncitos de tierra que dejaban, nos contaminaron las nacientes de agua.
Nosotros averiguamos lo que sacaban de allí. Los resultados arrojaron que había estaño, oro, platino, uranio. Las bolsas de minerales, las trasladaban por la selva hasta un aeropuerto clandestino, deberían tener mucho valor porque en cada viaje, iban 6 hombres fuertemente armados custodiando la carga.
Volviendo al pájaro de hoy, algo andarán buscando; la selva esconde muchas riquezas; ¿Ud. se acuerda de la carretera Transamazonica?
Las áreas laterales iban a ser destinadas a la colonización, decían que eran terrenos vírgenes donde solo vivían animales salvajes como panteras, tigres y cocodrilos, desconociendo a más de 140 tribus indígenas que llevaban miles de años viviendo allí.
Para nosotros, han sido más los males que los beneficios; la carretera ha permitido que penetren: mineros, madereros, ganaderos, agricultores, petroleros, cazadores, caucheros, sembradores de droga, etc. Todos han contribuido a eliminar parte de la selva amazónica, la mayoría quema la selva para establecer otras actividades; últimamente se cree que se han quemado 10 millones de Ha. Tanto será, comento el otro, sorprendido. Si, más que la superficie de Portugal, afirmo el Chaman.
Ud. sabe que el Padre Sol está casado con la Madre Tierra y; la selva, los animales, las plantas, nosotros los indígenas y cualquier ser vivo, somos hijos de ellos; somos sol concentrado, templado en las entrañas de la madre Tierra.
Nosotros, pertenecemos y dependemos de ella, porque nos aporta el aire que respiramos, el agua que tomamos, la selva que nos cobija, los animales que cazamos; aquí estamos ligados unos con otros, utilizamos solo lo que necesitamos, pero nadie es dueño ni de las tierras, ni de las aguas, ni de los arboles, ni de los animales; como pretenden creer algunos ajenos a ella.
Si nos quitan la selva, nos están quitando el agua, el aire, la comida, la madera para nuestras casas y canoas, y hasta la forma de vivir, y no solo eso, también nos están quitando la misión que los dioses nos encomendaron, que es cuidar la Naturaleza y su diversidad.
Nuestros indígenas, al ver mermadas sus condiciones de vida, comienzan a migrar. Hoy se ve mucha población nuestra dando vueltas en las ciudades, muchachas prostituyéndose, hasta hombres sin trabajo, buscando comida en la basura.
Pero volviendo al pájaro que andaba merodeando por ahí, ellos son utilizados para hacer el mapa, con el mapa solicitan la autorización legal para realizar sus actividades.
Actualmente están quemando la selva para después establecer cultivos de soja para alimentar animales en producción industrial, o hacer potreros para introducir animales cuyos cueros se venden a la industria automotriz en Europa; y no les importa si en esa ubicación existen comunidades indígenas.
A pesar de que hemos vivido aquí por muchos años, no tenemos la protección del estado, por eso nosotros mismos, debemos cuidar nuestras tierras. Dicen que son grandes compañías de afuera, que vienen a hacer dinero, con la aprobación del gobierno. Si nos oponemos, podemos ir detenidos y pasar un tiempo en el calabozo o matan a nuestros líderes para lograr sus objetivos.
Escucha el ruido, ¿es aquel pájaro que viene a dar otra vuelta? Se trata de esos aparatos a control remoto. Pero, entonces, el que lo controla no debe estar lejos de aquí. No lo sabemos, pero puede estar a 300 metros de distancia, seguramente escondido en la copa de algún árbol. De cualquier forma ese pájaro es un enemigo nuestro y debemos derribarlo.
A los días, el Chaman, reunió a los mejores guerreros e inicio la ceremonia de la batalla, bailaron al son de flautas y tambores, los arqueros seleccionados, debían ser diestros en escalar los arboles y debían apuntarle a los motores que mueven las aspas, que mantienen volando al aparato.
Después de algunos días, apareció nuevamente el pájaro volador, esta vez, los arqueros lo estaban esperando, cuando lo tuvieron a la vista, 4 flechas salieron con una precisión milimétrica, dándole al pájaro en sus aletas, precipitándolo a tierra. Como no pesaba mucho, entre varios, se lo llevaron como trofeo, a las adyacencias de la casa.
A los días, llego una citación judicial al Chaman, para presentarse en 15 días más, al Juzgado de Policía Local, acusándolo de haber tumbado un satélite, perteneciente al gobierno del Canadá.
Al día siguiente se apersono el Chaman y otros acompañantes a la embajada del Canadá. Allí, después de regalarle al embajador, un escudo de madera negra y plumas amarillas, que era el distintivo de la Comunidad Indígena; le contaron la situación; preguntándole si realmente ellos tenían un satélite rodando en esa trayectoria.
El embajador afirmo que no tenían ningún satélite que pasara por la Comunidad. El Chaman con su experiencia, le dijo si se lo podían afirmar por escrito. El embajador, en un símbolo de amistad, le dio su aprobación y al instante mando a hacer el documento, llevándose el Chaman un buen argumento para rebatir la previa acusación.
El día de la cita, se presento el Chaman muy tranquilo, con un sequito de 5 hombres y 5 mujeres, con sus mejores vestimentas indígenas. Cuando apareció el juez, le dijo: queda Ud. detenido por haber tumbado un satélite de Canadá; que tiene que decir al respecto.
El Chaman, con su tranquilidad habitual, le replico: ¿y donde están las pruebas de que nosotros lo tumbamos? Ese aparato se encuentra en su Comunidad y Uds. son los responsables de todo lo que haya en ella, explíqueme, ¿como es que se encuentra ese aparato en su Comunidad? En efecto Sr Juez, ese aparato cayó en nuestra Comunidad, pero todos los días se caen aparatos que andan volando y si son satélites, pueden caer en cualquier sitio del Planeta. Pero este satélite estaba investigando las Comunidades por parte del gobierno de Canadá, autorizado por nuestro gobierno, de modo que Uds. deben responder por él.
El Chaman con su normal parsimonia, le dijo: ¿Ud. está seguro de lo que está diciendo? Más seguro que nuestro propio sistema judicial, replico con suficiencia el Juez. Lo lamento, dijo el Chaman, con autoridad, pero aquí dice claramente que Canadá no tiene ningún satélite circulando por nuestra Comunidad, y le entrego el documento con la firma del embajador y el sello de la embajada, diciéndole y Ud. como Juez imparcial no puede impartir justicia a partir de una falsedad, no le parece.
Si, le dijo el Juez, cuando hay hechos y evidencias que así lo demuestren, actuamos en concordancia; el documento lo incorporamos al archivo y pueden irse.
Como nadie más se atrevió a reclamar el pájaro, quedo como una pieza de museo a la entrada de la Comunidad y a cada viajero que llegaba, le contaban la épica batalla que habían librado contra el enemigo sin rostro.
** Rainer Pimstein : Ingeniero forestal chileno y profesor universitário
Crédito Pintura: Eduardo Ortega - Atelier
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