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Era Digital - Rainer Pimstein

30/05/2022 00:00




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Era Digital

Por Rainer Pimstein **

José Humberto, un joven estudiante, conoció a su posible pareja Belinda, por Internet. Él le hablaba y ella le contestaba. El le pedía fotos y ella o sus progenitores se las enviaban. El la veía hermosa, pero su aspecto era un poco artificial.

El le propuso que se reunieran en la plaza de la ciudad. La respuesta fue: que no podía, porque era la prometida de un rey; el cual, daría 200.000 pesos a sus padres, pero que; si él podía superar esa cifra, se quedaría con él.

El estudiante, engancho el desafío: vendió los patines, la bicicleta, el tablet, una mesa de ping-pong, una colección de monedas y otra de estampillas. En total reunió 250.000 pesos.

Al alcanzar esta cifra, el estudiante se comunico con su futura pareja, diciéndole que ya tenía el dinero. Ella le dijo: envía el dinero a mis padres a la cuenta 7-322-028 del Banco ?Los Portales?, déjame tú Dirección y yo llegare a tu casa.

El estudiante entusiasmado, ese mismo día, envió un cheque a la cuenta ya conocida; pensando que si fuera estafado, un cheque era un documento con más legalidad que el dinero.

Dos días después, estaba el estudiante almorzando, cuando sonó el timbre, eran dos hombres que lo llamaron por su nombre y le entregaron un gran paquete alargado, diciéndole: aquí viene Belinda, Ud. le ajusta el switche principal y ella queda funcionando con todas sus facultades.

Al interior de la vivienda, el estudiante con gran curiosidad, desenvolvió el paquete. Era nada más y nada menos que un robot, con un cuerpo perfecto de mujer, que hablaba del tema que le plantearan, en cualquier idioma conocido. Venia vestida con un blue jean y una blusa sencilla con vuelitos colgando. De aspecto, tenía un rostro pícaro e inteligente. Eran notorios sus voluminosos pechos y amplias caderas que balanceaba al caminar.

El estudiante, a pesar de entender, que no era un ser humano, se sintió atraído, porque ella lo trataba por su nombre, con un dulce, sugerente y cariñoso lenguaje.

El le dijo que porque no bailaban y ella acepto, diciendo: pon la música que más te gusta y bailamos. El estudiante, siendo un buen bailarín, puso una salsa y Belinda demostró que sabía mover el cuerpo en gran sintonía con la música, dejando mas impactado aun, a su sorprendido dueño.

Después de hacerle varias preguntas de cultura general, las cuales ella respondía lo medular y luego redondeaba la respuesta con lujo de detalles, no siguió preguntándole, porque sus propios comentarios
resultaban ridículos, dejando muy clara su ignorancia e imprecisión en los temas preguntados.

En alguna medida, se sentía inferior y para agarrar fuerza, decidió tomar un vaso de vino. Mientras sorbeteaba el vino, la miraba y la miraba, sintiendo una gran atracción hacia ella, pero todavía lo dominaban muchas incógnitas.

Sintiéndose de alguna manera envalentonado, como desafiando a la capacidad de su novia robot, le dijo: vamos a mi pieza y si quieres me haces un strip-tease.Ella lo siguió y le dijo: ponme una música suave y sugerente y yo hago un strip-tease para ti. El se sentó en la cama y le puso algo como un Jazz tropicalizado.

Al sonar la música, ella se puso a bailar y con gran sensualidad comenzaba a sacarse la ropa y se la lanzaba a la cara. Primero se saco la blusa, dejando ver sus abultados senos, luego se saco los jeans, dejando ver sus bellas y torneadas piernas. Después continuo con unos caprichosos pasos de baile, dignos de una bailarina de vaudeville.

El estudiante, clamaba ay, ay para sus adentros y comenzaba a impacientarse. Luego Belinda, como conociendo el oficio, siguió bailando y le lanzo el brassier y los calzones a su novio humano, quedando su cuerpo desnudo, cual una diosa griega.

No aguanto más y la llevo a su cama, pero, la abrazo con tal fuerza, que su bella amiga se desinflo y perdió todos sus encantos; solo quedo sobre la cama un cuerpo de vinilo, con un par de lentes oscuros mirando al techo.

** Rainer Pimstein - Ingeniero forestal y catedrático
* crédito imagen - WallHere


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