El ministro de economia de Argentina de um gobierno militar, Alvaro Alsogaray, dió um plazo a la poblacion para ver superada la crisis econômica: "hay que pasar el invierno". El invierno de 1959 pasó. La crisis siguió por muchos anos despues de ese invierno. Algunos no pasaron el invierno. Muchos se quedaron sin comida, sin trabajo.

El invierno de 2024 esta pasando despues de ocho meses de acción del nuevo gobierno autodenominado "libertário". La primavera que debe llegar 21 de septiembre dificilmente será celebrada por los cinco millones de jubilados bajo la linea de la pobreza, por el mas de um millon de niños que no tiene comida para la cena, por los que 142.000 que perdieron sus puestos de trabajo, por el 52% de la poblacion que pasó a la pobreza.

Eso si, la inflacion está bajando. Sin liquidez la inflación baja. Las ventas de supermercados cayeron próximo al 19 % em el primer semestre em relación al año anterior, con bajas notables en el consumo de produtos lácteos, carne y verduras. La inflación podrá llegar a cero. Pena que los muertos y los enfermos por la desnutrición o alimentación de pésima calidad dificilmente puedan festejar ese dato.

"No hay plata" fue la explicación del primer mandatário para dejar de atenuar el grave deterioro social, diminuir tanta penuria. "Si hay plata" para comprar cazas 24 F-16, entre los mas sofisticados aviones e guerra del mundo. "Si hay plata" en los fondos reservados para intentar crear el mayor sistema de espionaje interno de la historia argentina.

"Si hay oro". Un gran cargamento de lingotes de oro fue enviado a Londres para hacer jugadas financieras y otros centros que tal vez mejoren los balances del Banco Central, al ser aplicado como renta sobre ese activo o ser garantía de nuevos préstamos. Como todo activo, es pasible de ser objeto de demanda y confisco judicial para saldar deudas. Hay que tener fe al entrar en el casino financiero del mundo. El gobierno argentino actual tiene fe en el mercado.

También hay que tener fe en Inglaterra que ya dio todas las muestras que protege hasta el fin todo lo argentino, con el ejemplo de las islas Malvinas con su petróleo, su riqueza ictícola, su valor estratégico militar. Igualmente, hay que tener fe en las promesas de futuras inversiones y los beneficios sociales de Elton Musk en territorio argentino.

Tal vez el actual gobierno - que prefiere insultar a explicar - tenga razón. Quizás sea una novedosa manera de conducir las relaciones externas y lidiar con los adversarios o críticos internos. Es posible que los simples mortales no aprecien la acción del actual ocupante de la Casa Rosada. Tal vez esos mortales encaren sus actitudes como insensibles al sufrimiento de la mayoría o insultantes a los que lucharon por la independencia imperial, hace más de 200 años atrás. 

Ya escuché muchas veces la pregunta:¿Es loco o se hace? Por carecer de diploma de psiquiatra o psicólogo guardaré silencio sobre ese tema.