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El agujero de oro - Rainer Pimstein

23/08/2025 00:00




­El agujero de oro

Rainer Pimstein ** 

En unos terrenos arenosos, cercanos a una región minera, repentinamente apareció un agujero perfecto, su circunferencia parecía trazada con un compás y sus paredes interiores eran muy lustrozas y perfiladas, excepto por algunos piedrones que parecían revelar la capacidad de arrastre de un gran rio, que paso por el lugar en otras eras geologicas.

Corrieron los rumores por el pueblo; nadie tenía una explicación acertada sobre el caso, y comenzaron las especulaciones:

Uno comentó que había escuchado que en unos campos en Europa, habían hecho unos círculos muy perfectos, que ninguna maquina humana podria igualar aquella perfeccion, por lo que se pensaba que eran obras de extraterrestres.

El cura del pueblo, al observar las paredes con aquellas piedras salientes, le pareció ver una imagen de Cristo y los doce apóstoles, en un símil de la ultima cena, luego concretó que aquella aparición era un milagro divino; que no había ocurrido por casualidad, sino que escondía un propósito, que era un llamado de conciencia, para que los fieles retomaran el camino de la iglesia.

Un adivino dijo que todo estaba escrito, que agujeros como ese, estaban apareciendo en múltiples lugares del mundo; que la tierra se estaba acabando y que eran claras manifestaciones del Apocalipsis. Un científico dijo que el agujero era una implosión de la Tierra, a consecuencia del cambio climático.

Las mujeres de los mineros, rechazando especulaciones y falsos rumores, decían que el fenómeno era el producto de 50 años de extracción minera por parte de 4 compañías extranjeras, en el subsuelo del pueblo.

En efecto, los suelos eran arenosos y varios mineros habían perdido sus barretones al ponerlos en la superficie y observar que rápidamente se los había tragado la tierra. No cabía duda que el pueblo se estaba hundiendo. Las autoridades mineras del país, hicieron un estudio y corroboraron lo dicho por las mujeres del pueblo.

Las compañías extranjeras habían sobrepasado las cuotas de extracción aprobadas en sus contratos. A consecuencia de ello, habían llenado el subsuelo de galerías, por lo que las minas, parecían más un nido de termitas, que ordenadas faenas mineras. Derivado de ello, los terrenos habían perdido sustentación, lo que parecía una información secreta, que era pecado divulgar, incluso corrían rumores de que las compañías habían contratado abogados mafiosos, que actuarían contra quienes difundieran noticias alarmistas contra ellas.

Un Alcalde que reclamo la situación, un día amaneció muerto y dijeron que era suicidio.

Ya comenzaban a vislumbrarse las manifestaciones del hundimiento y había que evitar tragedias mayores.
La alarma llegó a la Presidencia de la Republica, que mando a paralizar las actividades mineras en el lugar.

Las empresas no tardaron en reaccionar, enviando sendos artículos a través de los medios de comunicación que decían: que habían dado trabajo, que habían mejorado la carretera del pueblo, y que la paralización de actividades, les estaba trayendo grandes pérdidas.

El ministro de minería fue citado a la embajada del país de origen de las compañías mineras, donde le ofrecieron miles de dólares, en obras complementarias para la nacion, y le recordaban que le habían vendido el trigo bien barato en tiempo de crisis económica del país. Debido a estas presiones, la Presidencia tuvo que mandar a reanudar las actividades mineras.

Los mineros y sus mujeres estaban bravos, porque tres niños que iban a la escuela, desaparecieron misteriosamente, aparentemente tragados por la tierra. A raíz de esto los mineros taponearon la entrada de las minas y se mantuvieron en huelga.

Como los mineros, no cesaban en la paralización, enviaron a la policía a poner orden. La policía llego armada y les ordeno movilizarse. Como los mineros no se movieron, los policías dispararon; el resultado fue, 4 dirigentes muertos. Los periodicos sacaron un articulo donde decian que los dirigentes sindicales vivian como reyes, no trabajaban y detenian el progreso del pais.

Con flores secas y miradas bajas, fueron enterrados aquellos mártires.

Los mineros siguieron paralizados y exigieron que si las compañías querían seguir trabajando, debían:
.- Otorgar un subsidio a aquellas familias que habían perdido sus hijos por hundimiento.
.- Reforzar las galerías que habían perdido sustentación.
.- Si las compañías se retiraban del sitio, debían dar una compensación económica a cada trabajador que quedara cesante.
.- Reparar el desbordamiento del rio subterráneo que habían causado por la actividad minera.

El gobierno al ver que el movimiento de los mineros y sus mujeres era fuerte, y ya, el problema, constituía un escándalo nacional, decidió apoyar a los mineros y exigir el cumplimiento de los puntos exigidos por ellos, a las altaneras compañías.

Las compañías extranjeras, con balances anuales favorables  que superaban los 300 millones de dólares, se mantuvieron trabajando por 3 años más, fingiendo cumplir con las exigencias de los ingenieros mineros y de los fiscales del ministerio publico.

Finalmente se retiraron, dejando todo abandonado, entre ellos unas maquinas perforadoras y 5 camiones que ya estaban dando los últimos suspiros.
Las galerías que habían entregado toda su riqueza, se tornaron verdes, a excepción de algunos filones que brillaban, en cuyas cercanías, manaba un extraño líquido rojo.

Como muestra de aquella iniciativa, quedo un profundo e inolvidable agujero.

** Rainer Pimstein - Ingeniero forestal, catedrático
* Pintura de Ernest Descals


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