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Madeja de perros - (Crónica) - Rainer Pimstein

15/11/2025 00:00




­Madeja de perros 

Rainer Pimstein **
En un principio todo era armonía, el trabajo proveía, cada familia fabricaba sus salchichas, a nadie le faltaba comida. Algunos perros querían comer más que los otros. Para satisfacer sus individuales intereses, le robaban las salchichas a los otros. Debido a esto, algunos perros comenzaron a pasar hambre.

Los que pasaban hambre, se cuestionaban: si antes no pasábamos hambre, porque ahora la estamos pasando. Allí se dieron cuenta que unos pocos perros, le robaban las salchichas a las familias.

Aquellos perros que pasaban hambre comenzaron a protestar, incluso fueron a la casa de los ladrones, a exigirles que les devolvieran las salchichas. Pero los ladrones no estaban dispuestos a devolver el botín, según ellos, lo habían conseguido con esfuerzo. Para evitar que los protestantes les arrebataran las salchichas robadas, los ladrones, organizaron a otros perros, premiándolos con buenas salchichas, para que defendieran el producto de su robo.

En las primeras jornadas, los perros protestantes, descubrieron que: unidos, podían caerle en grupo, a los sabuesos cuidadores, mordiéndoles el pecho entre varios y así lograron recuperar las salchichas robadas.

Los ladrones al ver que estaban perdiendo el producto de su robo, hicieron una marcha de muchos perros por la ciudad, armaron un gran escándalo, diciendo: que les estaban robando, que eso iba contra la religión de los perros, que aquellos que robaban eran unos despiadados, desalmados e inadaptados, que iban contra la maravillosa sociedad perruna, que era un ejemplo mundial, y que por ese motivo,debían ser castigados.

Para proteger, a aquellos perros guardianes de sus robos, los ladrones les mandaron a hacer unas pecheras y unos vestidos protectores, que les llegaban casi hasta el piso. También les agregaron unos collares con bolas metálicas, que con un previo entrenamiento, ellos agitaban cuando se acercaban los recuperadores de salchichas, dándoles merecidos golpes a aquellos atrevidos.

Como los robos continuaban, los protestantes volvían a su misión de recuperar lo robado, mientras tanto, los ladrones reforzaban más sus casas, poniéndoles rejas con clavos y las salchichas robadas eran guardadas bajo llave en cavas refrigeradas, cuidadas por los perros mas agresivos, entrenados para morder hasta sacarle el pedazo a cualquiera que se atreviera a recuperar lo robado. Con el poder y las intimidaciones, los ladrones, asumieron el gobierno de toda la comunidad perruna.

Una de las primeras medidas que tomaron, fue introducir el dinero, como una moneda de compra y venta, donde, cualquier perro con trabajo, podía comprar libremente, todas las salchichas que quisiera en los supermercados de los ladrones.

También establecieron un hospital privado, donde, si a algun perro mordido, le entraba una infección en la herida; por una cierta suma de dinero, seria amablemente curado en dicho centro asistencial. Esto daba la imagen de un gobierno piadoso y benefactor, que buscaba la salud y mejorar la calidad de vida de la población.
Como continuaban los robos, aumentaban las protestas y recuperaciones, tambien muchos perros protestantes fueron arrinconados por los sabuesos, y obligados a estar encerrados en un sitio de altas paredes donde prácticamente nadie podía escapar. Mientras la situación de los perros empeoraba, los gobernantes se mantenían en el gobierno en base a puras mentiras. Decían que había aumentado la producción de salchichas, pero lo que realmente habia aumentado eran los robos.

Un día, los dirigentes de los perros, que estaban bien informados y molestos por la situación perruna, llamaron a una asamblea. Las estadísticas mostraron que un 40 % de la población perruna estaba pasando hambre y habían 65 recuperadores presos, mientras los gobernantes vivian como reyes. Los dirigentes, con la aprobación de la asamblea, decidieron hacer un operativo secreto.

Los dirigentes formaron 3 grupos, entre los perros mas hambrientos: el primer grupo debía asaltar el palacio de gobierno y detener a los gobernantes. El segundo grupo debía recuperar todas las salchichas robadas. El tercer grupo debía liberar a los presos y poner en ese mismo lugar a los gobernantes como a los sabuesos cuidadores de lo robado.

Era tanto el desespero de los hambrientos por acabar con la situación, que el operativo fue todo un éxito. Después de un tiempo, se acabo la hambruna, asi los perros pudieron disfrutar de una vida sin mayores preocupaciones y comer todas las salchichas según su necesidad.

** Rainer Pimstein: Ingeniero forestal, catedrático
* Crédito pintura Hombre con muchos perros - Freepix.es


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